Francisco "Coto" Paúl |
Doscientos años… ¡una Guará! , casi nada, que de vuelta hemos dado hasta llegar aquí.
Estamos celebrando nuestra decisión que, aunque fueron otros los que se inmolaron por ella, repito, la sentimos nuestra ya que aun mantenemos la firme convicción de “ser Libres para siempre”.
Quiero, para celebrar el hecho de ser libre, recordar uno de los discursos más impresionante que he leído, para mí es un poema, y con respeto al autor, lo colocaré como tal.
¡Ahh! Y también esta de cumple años.
¡La Anarquía!
¡Esa es la Libertad, cuando para huir de la tiranía
desata el cinto y desnuda la cabellera ondosa!
¡La anarquía!
Cuando los dioses de los débiles
-la desconfianza y el pavor-
la maldicen,
yo caigo de rodillas a su presencia.
¡Señores!
¡Que la anarquía, con la antorcha de las furias en la mano
nos guie al Congreso,
para que su humo embriague a los facciosos del orden,
y la sigan por las calles y plazas gritando libertad!
Para reanimar el mar muerto del Congreso estamos aquí,
en la alta montaña de la santa demagogia.
Cuando ésta haya destruido lo presente,
y espectros sangrientos hayan venido por nosotros,
sobre el campo que haya labrado la guerra
se alzará la libertad…”
La casa de este anarquista aún sobrevive(doscientos años después), situada entre las esquinas de Candilito a Gobernador. Desafortunadamente, dicha vivienda, cuyo frente está pintada de colores chillones, fue adquirida por miembros de la iglesia de los Testigos de Jehová.
Hablamos de uno de los integrantes de la Sociedad Patriótica de 1810: Francisco Antonio de Paul, quien debido a la enfermedad de bocio. Era llamado “Coto” Paul.
Este venezolano, nació en Caracas, en 1773, estudió Derecho, y fue miembro de la Sociedad Patriótica, firmante del acta de independencia y combatiente de la guerra de emancipación.
Exilado en Curazao y muere por paludismo en Barranquilla, Colombia.
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